jueves, junio 08, 2006

¿Quien es la persona que esta oculta tras el nombre de tu calle?


Julieta Lanteri nació en Cuneo, Italia, el 22 de marzo de 1873. En 1879 vino a la Argentina. Cursó sus estudios secundarios en el Nacional de La Plata. En tiempos donde no era nada usual que las mujeres se preocuparan por su educación superior, consiguió que la inscribieran en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, y hacia 1907 aprobó su tesis de doctorado: sería la sexta médica del país. En 1910 se casó con Alberto Renshaw, un estadounidense criado en España. El matrimonio fue atípico (ella tenía 37 y el 23, siendo muy raro que esas diferencias de edad se dieran a favor de la mujer, menos en la época) y además corto, pues sólo duraría algunos meses. En 1911 obtuvo la carta de ciudadanía argentina y, habiendo visto que ese documento estaba redactado en términos que la hacían titular de todas las prerrogativas propias de tal condición, solicitó ser inscripta al Padrón para las elecciones municipales que se celebrarían ese año en la Capital Federal. El pedido causó perplejidad pero finalmente se le dio curso y en noviembre de ese año sería la primera mujer argentina en votar para una elección. Pero cuando realizó el trámite para integrar el padrón nacional no le bastaría aquella registración. Necesitaba la libreta de enrolamiento, y la conscripción militar sólo la hacían los hombres. El resquicio legal que encontró Lanteri fue el de advertir que, si bien no podría votar, nada le impedía ser candidata. Fue así que se presentó a las elecciones para ser Diputada por la Capital en marzo de 1919. Proponía que la maternidad fuera retribuida por el Estado y que se abolieran la venta de alcohol y la prostitución reglamentada, límite de seis horas para el trabajo femenino y salario igual en tareas equivalentes., la abolición de la pena de muerte, el sufragio universal para los dos sexos. Obtuvo 1.730 votos, algo más del 1 % de los electores que concurrieron a sufragar, ese mismo año de 1919, hacia agosto, Lanteri se presentó en un regimiento y solicitó ser enrolada. A la obvia denegatoria administrativa siguió un largo proceso judicial que la Corte Suprema falló una década después, negándole su pretensión. Julieta Lanteri, obviamente una figura muy conocida en su época y frecuentemente satirizada en “Caras y Caretas”, se presentó varias veces más como candidata en los comicios, la última de ellas en 1930. En febrero de 1932 fue atropellada en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha por un automóvil al que no se pudo identificar (un caso de “hit and run”) y murió dos días después por las heridas sufridas.

Fuente, http://saberderecho.blogspot.com (archivo de agosto del 2005)